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domingo, 18 de mayo de 2014

Yoani Sánchez recibe la distinción Máximo Gómez, en acto conmemorativo en la Habana, Cuba.

La Habana: En acto único recibió ayer la bloguera Yoani Sánchez la más alta distinción otorgada en la capital de Cuba a trabajadores con una trayectoria laboral intachable, y en función de defender la libertad de idea y pensamiento.


Yoani Sánchez acudió al evento después de recibir una citación por parte del Comité Militar Municipal del municipio Centro Habana y en medio de la preparación Bastión 2014 de las milicias de la isla.

"Yo pensé que se la llevaban detenida por esto del zunzuneo, pero después vi que la recogió Eusebio Leal en el propio Comité Militar y me quedé más tranquilo", nos dijo el esposo de la bloguera, quien atiende las relaciones nacionales e internacionales del proyecto de Yoani, así como el aspecto económico del mismo.

En medio del alboroto internacional que causó la noticia, Yoani fue condecorada por el propio Eusebio Leal con la distinción Máximo Gómez y se le hizo entrega de una réplica del machete del mambí.

"!Yoani seguro a los yanquis dale duro!", gritaron confundidos los vecinos del CDR Soldaditos de la Revolución, que se dieron cita en el lugar quienes no conocían a Yoani Sánchez, y mucho menos tenían conocimiento de su posición antigubernamental.

"Esta ni es disidente ni es na´", agregó Aldo Palacio, miembro del grupo UNPACU, únicos disidentes no invitados a la actividad, los cuales reaccionaron haciendo entrega de una réplica del machete de Quitín Banderas a su líder en las provincias orientales.

Para Yoani el premio constituye un acercamiento a los dirigentes de la isla y el inicio de una nueva era, distanciada de posiciones extremas donde su periódico logre, finalmente, alcanzar a las mayorías que desea en el país caribeño.

"Estoy que no me lo creo, soy la primera bloguera cubana en recibir tan alta condecoración", dijo la bloguera al reportero de PP Mail, mientras una lágrima tierna corría sin amparo por sus huesudas mejillas y el esposo le retiraba el mamotreto de papeles recién leídos en el acto para que no fueran a mojarse.

Reportó desde La Habana, Cuba, Florentino Ariza