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viernes, 18 de abril de 2014

El cocinero principal del Vaticano es un cubano, de Santa Clara.

Italia: Nuestro reportero Cristino de la Cruz logró entrevistar al cocinero principal del Vaticano, Rodolfo Blanco Santo, nacido en el poblado de Sierra Leona en la central provincia de Villa Clara. Rodolfo, quien antes se desempeñaba en Cuba como maestro emergente, escapó a las Islas Canarias en una balsa a mediado del 2009 y se estableció como cocinero de un chiringuito en una de las populares playas de la isla.

No fue hasta la llegada al Vaticano del Papá Francisco, en que Rodolfo se presentó a un concurso convocado por el Cardenal Monseñor Alfonso, en busca de cocineros jóvenes y de sangre caribeña para el lujoso comedor de la Santa Sede.

Al concurso asistieron 500 participantes pero ninguno logró cocinar un "moros y cristianos" como Rodolfo, y el Papá quedaría maravillado por el sabor distinto de la cocina del cubano, además, Blanco Santos reconoció que en Cuba no había tenido pareja alguna, que era asexual y devoto de la Virgen de la Caridad del Cobre. Y esto fue suficiente para que Francisco lo pusiera al frente de la cocina del Vaticano.

La experiencia del cubano, nacido en un barrio pobre, de padres divorciados y con ciertos trastornos de personalidad, le hicieron merecedor absoluto de un puesto concedido sólo a personas de altísima confianza.

El propio Papá Francisco aseguró, que no encontraría cocinero con mayor experiencia que Rodolfo, quien fue el primero, aún siendo maestro emergente, en explicarle a sus alumnos, después de Fidel Castro, el funcionamiento de las ollas arroceras.

"Ya tenemos un cubano en el Vaticano carijo": exclamó Eusebio Leal al enterarse de la noticia y salió a andar la Habana.

Por Cristino de la Cruz, nuestro enviado especial en el Vaticano.