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sábado, 10 de mayo de 2014

Babalawo de Alfonso Urquiola dialoga con el de Víctor Mesa en la Mesa Redonda. Por primera vez en la historia de Cuba.

La Habana: El hecho ha causado el asombro de los habitantes de la isla, quienes acostumbrados a disfrutar del espacio La Mesa Redonda, con sus panelistas habituales, vieron aparecer, ayer, en horas de la tarde, a Víctor Mesa y al legendario Alfonso Urquiola acompañados por sus respectivos babalawos. "Es hora de sellar definitivamente los conflictos y tirar los caracoles en favor del espectáculo nacional de una vez por todas", dijo Higinio Vélez, quien presidió el encuentro y actuó como mediador.


La razón del inusual encuentro se debe a los próximos juegos amistosos entre la selección cubana y el equipo de los Estados Unidos y a restos de polvo, cascarilla, gallos y tabacos, encontrados en los estadios y en sus inmediaciones. 

Ante el temor de que el babalawo de Víctor le echara un potente brujo a Urquiola, al frente del equipo cubano para este evento, Vélez tuvo que pedirle al gobierno que autorizara esta Mesa Redonda exclusiva para evitar un desastre mayor. 

Ambos babalawos pidieron a sus ahijados, por el bien del deporte nacional y en aras de que el equipo cubano levante cabeza de una vez por todas, que colocarán sobre la mesa todos los resguardos y preparados que les habían hecho para la serie nacional. 

Según nos informa Norberto Carbonell, primo del destacado declamador cubano, aquello fue tremendo. Urquiola tenía los bolsillos llenos de piedras de diversos tamaños, tabacos, una cabeza de gallo disecada y hasta un azabache. En el caso de Víctor hubo que pedir una jaba de esas de plástico que vende a dos pesos en la puerta del estudio, para que depositara todo lo que tenía encima. 

Higinio, demostró porque se encuentra al frente de nuestro deporte nacional, y también se deshizo de sus prendas. "Con Cuba para siempre", dijo, mientras pedía a los babalawos que oraran por la victoria definitiva de la delegación nacional y por el pronto retorno de Victor al equipo, aunque fuera de segundo al mando. 

Fue realmente emocionante, nos dijo Norberto Carbonell, casi declamando como su primo, el final de su frase. "Hemos entrado en una nueva era, el deporte cubano ahora sí marcha unido junto a la religión del pueblo"

Reportó desde Cuba para PP Mail Norberto Carbonell, el primo de Luis.