Yosbany, quien a la edad de 10 años abandonó los estudios en su natal provincia Pinar del Río y se trasladó a la Habana con su familia para dedicarse a la venta de colchones de muelles en el Parque Central, recibió con cierta naturalidad el premio otorgado por la conocida revista.
"Gracias a Dios y a la madre naturaleza por este regalo que me han otorgado", dijo a nuestra periodista un Yosbany emocionado, mientras se cubría el rostro. "Lo menos que le importa a mi hijo es la fama, él lo que quiere es una mujer también superdotada que le aguante la mandarria", dijo sonriente su madre, Eustaquia de la Caridad Santa Cruz Benavide, oriunda de Canarias.
Las mediciones arrojaron que el cubano, actual poseedor del récord del pene más largo del mundo, superaba en 10 centímetros al anterior poseedor de este récord, el norteamericano Jonah Falcon. En estado muerto, el órgano de Yosbany alcanzó los 34 centímetros y ya activo superó los 45,5 centímetros.
El gobierno de la isla consideró la posible entrega del machete mambí, reconocimiento limitado a grandes personalidades del arte y el deporte, a Yosbany, porque con su pene, logró derrotar a un imperialista. Por su parte, el gobierno español le otorgó la nacionalidad a Montalván y le invitó a realizar una visita amistosa a la madre patria. "Ese pene también es nuestro", dijo Diosdado Pérez Pérez, ministro de cultura y desarrollo sobrenatural de España.
Reportó Luisa María Santos, desde La Habana Cuba para PP Mail